Venezuela, la presidencias de Hugo Chavez (1999-2001) ( 2001-2007) (2007-2010) (2010-fallesiendo en el ejercicio de su funcion en 2013), construyo un poder político, que lo llevo a ser la referencia maxima del destino del país, desalentando el acompañamiento parlamentario
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Comienzo mi ensayo diciendo que la Democracia modernas son sistemas políticos con un sistema de partidos constituidos y la toma de decisiones y los intereses del conjunto mediante las instituciones y no deliberaciones de grupos políticos, y estas mismas instituciones pertenecen a la red constitucional de una política articulada por organismos de control-no estatal que pertenecen a una esfera privada, pero defienden legítimamente sus intereses, si se vieran afectados, como ser sindicatos, organizaciones religiosas y sociales y cámaras de empresarios nucleados.
Pero esta son el resultado de una corriente que arranca con la democracia ateniense, en la antigüedad, luego de siglos entro en escena la ideología política y económica liberal, edificando su prototipo de democracia( la democracia burguesa), para finalmente aparecer la democracia socialdemócrata, que tiene una concepción más amplia del ciudadano.
El Presidencialismo y la Democracia Delegativa
El
presidencialismo según lo que pude entender del texto( Giovanni Sartori, Ingeniería Constitucional
Comparada )se compone de tres características, lo cual es que se basa en el
sufragio universal como primer criterio, luego como segundo criterio es que en
los sistemas presidenciales no puede ser desbancado por el voto parlamentario y
tiene plena autonomía sobre su gabinete y como un tercer criterio que lo
diferencia de un gobierno parlamentario, es que no se permite una
“autoridad dual” es decir hay un poder político real, no hay nada que
se interponga entre él y su composición de gobierno. Se entiende
como dice Lijphart “el jefe del estado debe ser el jefe del
gobierno, lo dirige solo él y nadie más”.
Entonces
el presidencialismo se basa en el sufragio universal y la atribución a su
individualidad es muy amplia, es electo y legitimado por el pueblo y goza de
facultades amplias al momento de elegir a los sujetos que representaran a las
instituciones del estado. Los sistemas presidenciales están caracterizados por la división y separación de poderes ente el presidente y el Congreso, o Parlamento, conformando “un gobierno de instituciones separadas que comparten el poder” pero la división consiste en separar al ejecutivo del apoyo del parlamento, estableciendo un sistema de pesos y contrapesos, evitando hegemonías de cualquier institución política del estado.
En los años 80, el último bastión sudamericano de las dictaduras tradicionales – Paraguay- cayó en 1989, y muchos países son todavía considerados como democracias inciertas y como sistemas políticos muy vulnerable al colapso o Golpe de Estado.
En Latinoamérica, las dificultades que el sistema presenta están ligadas al estancamiento económico, sus desigualdades y sus herencias culturales. Dado que existen estos problemas estructurales, la rapidez con la que se necesita institucionalizar la democracia- no en instituciones propiamente dichas, porque están en la naturaleza del marco constitucional de derechos y garantías si no practicas política y cultura de consumo- lleva necesariamente a jefes fuertes, concediéndoles facultades extraordinarias, como decretar o cambiar presupuestos sin revisión parlamentaria o darle poderes omnímodos a algún ministro para que disponga de tiempos de ejecución de alguna política de carácter estratégico, bastante rápidos sin rendir cuentas a otras instituciones más que al Ejecutivo.
Brasil, el presidente Fernando Collor de Melo,(1990-1992) ejercio un gobierno " rapido" de reformas sociales y economicas sin consentimiento parlamentario, pero sus execesos de corrupcion y tráfico de estupefacientes por parte de algunos de sus funcionarios, lo condujo a la renuncia en mayo de 1992, sucediendolo Itamar Francco
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Se llego a una forma de democracia que deja mucho que desear en sus formas republicanas, implicando una degradación del régimen democrático, en la cual y como es producto de una crisis, todo el espectro político, para el ciudadano esta degradado y carente de confianza; además suman a esto los comportamientos anti-republicanos y anti-institucional.
Pero que es lo que tiene de democrático esto???.... son democracias ya que tienen legitimidad de origen, ya que estamos hablando de gobiernos que surgen de elecciones limpias y competitivas, y su democracia radica en que las libertades básicas, como ser prensa, reunión, asociación, circulación, expresión y propiedad, son parte de ella, sino no sería una democracia la DIFERENCIA RADICA EN QUE EL EJECUTIVO tiene serios inconvenientes para aceptar controles , la democracia delegaría es este tipo de democracia donde el Ejecutivo se siente con la atribución de hacer lo que quisiera y solo rinde cuentas de sus actos en las elecciones ( no antes) para que los ciudadanos evalúen ( con un sentido típicamente pragmático), los resultados de sus acciones de gobierno.
Esta concepción de considerar un estorbo la “interferencia” de las instituciones de control sobre el poder Ejecutivo, incluyendo a los otros grandes poderes del Estado como ser el Legislativo y Judicial, no es nueva en un país con tendencias históricas al caudillismo y acarrear como ganado a los partidarios propios, además de tener un (también histórico) poco apego a las formas, valores y practicas republicanas.
Es decir “acá si hay una crisis y vengo yo y arreglo todo, pero necesito que no me estorben en mis decisiones quiero plena autonomía para mí”.
Argentina, las presidencias de Carlos Saul Menem (1989-1995) (1995-1999), llevo a construir un "desicionismo" democratico, que garantizaba no solo la consolidacion del sistema democratico (en su aspecto puramente formal, en terminos de instituciones) y asegurarian un sistema económico que coincidia con las exigencias de la Burguesias nacional y extranjeras, así en la practica el Congreso no fue el que participo de sus lineamientos generales, solo para otorgale mas facultades
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Pero esto no ocurre en el vacío, porque las democracias depletivas son producto de las crisis, y están enmarcados en un contexto donde se necesitaba garantizar un equilibrio social que los mandatos de un determinado sector social dominante requieren para responder a determinadas transformaciones.
Así que se debe asegurarles el mayor margen de maniobras, que en un principio pueden decidir las decisiones de gobierno como mejor les parece y contando con un fuerte respaldo y un acompañamiento popular que les demuestra que pueden ser ellos quienes realmente saben qué hacer con el país.
Convencidos de los éxitos iniciales y temporales, estos jefes de estado, intentan ampliar su dominio, desconociendo las instituciones de control (audiencias públicas, control del poder ciudadano y fiscalías) y pidiendo facultades extraordinarias para restar al poder legislativo parte de sus facultades como leyes de emergencia o superpoderes, y abusando de los instrumentos de legislación ejecutiva (decretos).
Me pareció interpretar que O Donell sostiene también que uno de los argumentos para pedir este tipo de facultades es que los presidente siguen viviendo en un clima de crisis, y que de no tenerlo la crisis retornara de vuelta, advirtiendo que se regenerara el mismo daño que ellos extinguieron, ya que ellos son los únicos que conocen bien las políticas para extinguirlas- en su principio- y asegurar un marco en que no se volverán a repetir.
El presidente se llega a considerarse la encarnación del país, o al menos el más autorizado intérprete de los grandes intereses de la nación. Se sitúan a sí mismos por sobre los partidos políticos y por sobre los intereses organizados, es así como se piensa la política, para colocarse por encima de la sociedad.
De hecho las políticas de su gobierno no necesitan responder a “ lo prometido” en su plataforma proselitista, hay que recordar que nacen de un marco muy pragmático ya que fueron elegidos para resolver una crisis, sus orígenes tratan de crisis económicas o de marcos institucionales seriamente inestables y defectuosos, y – COMO SUPUESTO BASICO- se les confía en sus manos la resolución de la misma, y de hecho lo tienen que hacer, ya que el tejido constitucional del sistema presidencialista, les da las facultades y los hace responsables – casi de manera solitaria- de las cuestiones como la concentración en sus manos de todas las competencias Ejecutivas, logrando así ser jefe de Estado y Gobierno, tutela la integración de su gabinete, dicta, modifica o veta reglamentos fiscales, tiene la autoridad máxima sobre el destino de los recursos del Estado, y de hecho es el que determina el rumbo de la política económica y monetaria, su ministro se encarga de hacer el diseño técnico de las mismas, y tiene la intervención sobre el poder legislativa-vetando- las leyes que no le son convenientes dentro del rumbo de sus políticas. Con estas facultades como no se le va a otorgar la confianza de conducir y terminar con la crisis.
Pero lo que se encuentra es una paradoja entre el ciudadano y el mandatario, donde a este último se invita a participar en la toma de decisiones, por consultas por ejemplo, pero esto es engañoso ya que las decisiones en todos los escenarios-por definición- solo le compete a este, CON/O SIN el consentimiento de los gobernados.
Es aquí donde se pone en jaque la condición democrática de la democracia delegativa, pues se tiende-por el carácter de su naturaleza-a otorgarle al gobierno el atributo de no ponerle controles, y así no se ve obligado a rendir cuentas de sus actos, ignora los reclamos del conjunto y deja de responder ante sus eventuales atropellos. Aquí pierde el componente democrático de la representación
Los problemas derivados de la gobernabilidad presidencial, han sido una oscilación entre la falta de poder y el abuso del mismo, porque por una parte el presidente necesita contar con las facultades en un país en vías de desarrollo, y por la otra es que se necesita, también colocar limitaciones, porque de lo contrario ejercería arbitrariedades, y no se respetarían las libertades al individuo.
Pero colocare esto dentro de un marco, existe una democracia formal que se tiende a expresar en la constitución y todas sus libertades, luego intervienen movimientos y partidos políticos, pero las tendencias plebiscitarias de la democracia delegaría son perceptibles en la mayoría de los países Latinoamericanos, porque hubo prototipos de líderes con facultades ejecutivas en toda la historia de esta región, llámese, como los cesarismos, caudillismos o populismos.
De hecho las relaciones políticas entre los líderes o facciones emergentes han sido de mucho desencuentro, intolerancia y divisionismo, lo que lo hace al clima cultural de la política Latinoamericana distinta- pero con su matriz- en el camino a la resolución de los problemas políticos. Se conformo un presidencialismo sin una efectiva división del poder, trajo consigo a un “caudillo” y la separación de poderes en términos verticales- en Europa es mas de carácter horizontal- da lugar a que se concentre el poder en un titular que luego se puede convertir en un “salvador” y esto no facilita el preciado equilibrio de poder.
La historial de fragilidad e inestabilidad, el problema político es para el propio presidencialismo, ya que los presidentes no son todo poderosos anqué puedan parecerlo, y las dificultades está en que han tenido todo el poder para iniciar sus acciones políticas, pero les ha sido muy difícil obtener apoyo para ejecutarlas.
Es entonces donde la ideología se corre, y deja espacio para que llegue el pragmatismo, lo que se necesita hacer al margen de lo que uno piensa, y es en este marco donde son necesarias las Democracia Delegativas. La ciudadanía deja de considerar su participación en la toma de decisiones y se desentiende de los problemas, y la resolución de estos queda en manos de una clase política que toma las decisiones en soledad.